Con mucha frecuencia hemos visto que todos los niños en algún momento de su crecimiento se quejan de dolores óseos no relacionados con traumatismos, este es un síntoma que alarma mucho a los padres pensando que a su hijo le sucede algo malo. Pues bien en la gran mayoría de los casos el dolor lo que evidencia es que el niño esta creciendo y por ende los podemos llamar dolores de crecimiento.
El dolor de tipo músculo esquelético en el niño lo podemos clasificar en:
- Dolores no articulares o Dolores de crecimiento.
- Dolores por trastornos ortopédicos, Ej: pie plano, Osteocondrosis de tibia, Osteocondrosis de calcáneo, etc.
- Dolores articulares: Sinovitis, Artritis
- Dolores por traumatismo
- Otras patologías no ortopédicas, Ej: dermatomiositis, fiebre reumática, etc.
Con respecto a los dolores de crecimiento veremos que desde el punto de vista anatómico, lo que crece, es decir aumenta de volumen son las masas óseas (huesos), y estos al aumentar de tamaño generan en los músculos un “estirón”, lo que constituye el estimulo para que aumente la masa muscular que es la verdadera causa del dolor; existen ciertas características que orientan al especialista acerca de la etiología del dolor, así vemos que los dolores de crecimiento se presentan principalmente de noche, habitualmente en muslos, pantorrillas, por detrás de las rodillas, y en ocasiones en los brazos, sobretodo en los días en que el niño ha tenido mucha actividad física durante el día, a veces también se pueden presentar al final de la tarde y al despertar. Son comunes entre los 3 y los 7 años, aunque también se pueden presentar en niños mayores y adolescentes. El dolor persiste desde minutos a horas y varia considerablemente en frecuencia e intensidad. Aunque en ocasiones es severo y profundo, en otras solo ocasiona inquietud. Sucede principalmente de noche y el niño se puede despertar llorando del dolor, otros se quejan menos (depende del umbral y tolerancia al dolor).
Habitualmente el masaje de las extremidades o la aplicación de calor brinda alivio sintomático. Si no calma se pueden administrar analgésicos comunes, tipo acetaminofen. Como el niño no crece en forma constante, es decir, diariamente pueden pasar periodos variables de tiempo (1 a 3 meses), en que no presenta dolor y de repente en forma súbita aparece el dolor, esto es debido a que “comienza” de nuevo el estimulo para crecer.
Los dolores de crecimiento son “bilaterales”, es decir sucede en ambos lados del cuerpo aunque no siempre en forma simétrica, una noche puede dolor el muslo izquierdo y la pantorrilla derecha y la otra noche puede ser lo contrario. No hay manifestaciones externas como edema, rubicundez, limitación funcional o dolor al tacto.
No esta indicado realizar estudios complementarios como radiografías y/o exámenes de laboratorio a menos que los hallazgos al examen físico así lo justifiquen, ya que en la gran mayoría de los casos estamos invadiendo e irradiando al niño sin ninguna necesidad. Hay que tener paciencia y explicarle a los padres de que lo que esta sucediendo en su niño, no es mas que una manifestación del crecimiento en forma armónica y normal de su niño.
Si tienes alguna inquietud no dudes en agendar una consulta para tu hij@ de Ortopedia Infantil.