El pie plano es un término genérico, poco preciso que se utiliza para describir cualquier cuadro del pie en donde el arco longitudinal (puente), es demasiado bajo o esta ausente. La aparente sencillez del termino pie plano es engañosa y a veces culmina en el diagnostico equivoco en un gran numero de niños con pie normal de aspecto plano. Es de suma importancia ser exacto en el término ya que de ello depende el tratamiento y por supuesto el pronóstico.
La integridad de los arcos longitudinal y transverso del pie depende de la configuración de los huesos y articulaciones del pie; el arco longitudinal no depende para su conservación de la contracción activa muscular. Se desconoce la razón de la hiperlaxitud de los ligamentos del pie plano flexible, pero se ha observado una relación familiar.
En el niño hasta los 3 años aproximadamente se evidencia un pie plano que se considera fisiológico debido a la presencia en la parte interna de la planta del pie de un panículo adiposo (grasa) abundante. En los niños el pie plano flexible es asintomático. Los padres son los que se preocupan por el aspecto de los pies y por el desgaste anormal del calzado. En niños escolares y adolescentes obesos, cuando están de pie por largo tiempo puede sobrecargar los pies y producir dolor en los mismos. En general el niño puede manifestar dolor en la pierna, por lo que hay renuencia para caminar, retraso en el inicio de la marcha, en ocasiones cojera, el niño no satisface a plenitud la capacidad de efectuar juegos. Los zapatos defectuosos o el abuso de los pies agravarán los síntomas.
El pie plano se divide en tres categorías según su intensidad:
- Grado I: el análisis de la planta del pie (podograma) la huella de la planta del pie llega pasa la mitad del pie.
- Grado II: la huella ocupa todo el espesor del pie.
- Grado III: la huella sobrepasa el espesor del pie.
El tratamiento profiláctico consiste ante todo en promover el desarrollo normal del pie, se debe insistir en la actividad del niño: caminar en puntillas, agarrar objetos pequeños con la punta de los pies, caminar descalzo en terrenos irregulares. El andar descalzo, acelera la formación del arco debido a la reacción al contacto con el terreno, por acción dinámica de los músculos que controlan el pie y el movimiento normal de las articulaciones. El calzado ortopédico esta indicado por encima de los 2 años de edad en los casos que exista un pie plano grado III y/o que este presente valgo del retropié (desviación de la parte posterior del pie hacia fuera). En determinadas ocasiones se recomienda el uso de plantillas o también ortesis tipo UCBL (University of California Biomechanics Laboratory, que fue donde las diseñaron).
Si el niño inicialmente tiene pie plano flexible grado IV es necesario descartar algún trastorno de tipo neuromuscular como por Ej.: Hipotonía congénita, distrofia muscular, síndrome de Down, etc.
El tratamiento quirúrgico esta indicado en el pie plano Grado III acompañado de valgo del retropié, con presencia importante de dolor, cuando el niño es mayor de 10 años. En circunstancias óptimas, con la corrección quirúrgica se normaliza el arco del pie y se alivia la sintomatología, sin embargo ello no siempre se logra.
Lo importante es la evaluación de cada niño en forma integral, para de esta manera poder establecer un tratamiento adecuado y a la edad adecuada, con la finalidad de mejorar el pronóstico del cuadro.